¿Es normal tener flujo vaginal y manchar tu ropa interior? ¿Cuánto es mucho flujo? ¿Debes usar protectores diarios para mantenerte seca? Es curioso, pero algo tan natural y común como lo es nuestro flujo vaginal, despierta muchísimas dudas.
La educación menstrual que recibimos es escasa, y esto contribuye a que nos hagamos todas estas preguntas. En general, durante nuestra vida nos han enseñado a usar productos para ocultar nuestro flujo y nuestra menstruación sin pensar en sus consecuencias.
Personalmente me costó años aprender a vivir mi menstruación en positivo y entender todos los cambios que se producían en mi cuerpo a lo largo del ciclo menstrual (incluyendo mi flujo). Por eso, hoy quiero resolver tus dudas y hablarte en profundidad sobre el flujo vaginal, los tipos que existen y cómo cuidar tu vagina correctamente.
Composición del flujo vaginal
El flujo vaginal está compuesto por una serie de microorganismos con una función principal: proteger nuestras mucosas de patógenos o microorganismos que podrían afectar negativamente a nuestra salud vaginal. Pero también por agua, moco cervical y células normalmente presentes en el cuerpo. En resumen… ¡el flujo es algo tan natural como lo es la saliva!
¿Qué entendemos por un flujo normal?
No me gusta hablar de lo que es normal y no cuando hablo de menstruación o de cualquier aspecto relacionado con nuestro ciclo menstrual, porque realmente cada una de nosotras es única y lo que podría ser normal en mí, podría no serlo para ti.
Sin embargo, en términos generales entra “dentro de lo normal” expulsar entre 2 a 5 ml de flujo vaginal transparente o blanco al día (½ o 1 cucharadita).
Sin embargo, la calidad y cantidad del flujo vaginal cambia a lo largo de nuestro ciclo menstrual y en distintas etapas de nuestra vida. Por ejemplo, en el embarazo o la ovulación hay muchas mujeres que producen mucha más cantidad.
Por eso es tan importante conocerte, fijarte en los cambios que se producen en tu cuerpo. Solo así podrás detectar cuando tu flujo vaginal cambia de color, olor, consistencia y aumenta o disminuye significativamente. Si algo así ocurre sería importante que lo consultes con tu ginecólogo/a.
Tipos de flujo vaginal y sus causas
Como te comentaba antes, la cantidad y consistencia de nuestro flujo vaginal puede variar a lo largo de nuestro ciclo menstrual (debido a los cambios hormonales) y también en diferentes etapas de la vida (embarazo, menopausia…).
Pero además, existen casos muy concretos en los que un cambio en tu flujo podría indicar que existe alguna infección. Creo que es importante que todas conozcamos algunos indicadores para poder detectar si hay algún problema:
Flujo Marrón o con sangre –
Si de repente tu flujo es marrón o tiene restos de sangre (y no estás menstruando), además de notar otros síntomas como molestias al orinar o ardor en la vagina, la causa podría ser una infección por gonococo.
También hay muchas mujeres que experimentan un leve sangrado entre reglas de manera habitual.
Flujo Amarillo o verde –
Si tu flujo vaginal se ha vuelto amarillo verdoso, podría ser un signo de Tricomoniasis, una enfermedad de transmisión sexual. Otros síntomas serían picazón, irritación o dolor durante las relaciones sexuales. Por lo tanto, si sospechas que podría ser la causa debes consultarlo cuanto antes con tu médico.
Flujo Blanco con grumos –
Si el flujo es blanco es normal, el problema podría estar si notas que la consistencia ha cambiado y se parece a la de la leche cortada. Esto podría indicar Candidiasis o una alteración de la flora vaginal si va acompañada de síntomas como mal olor, ardor, picor o dolor durante las relaciones.
Tranquila porque realmente es algo muy común y que hoy en día es muy normal. De hecho, ¿sabes que alrededor del 75% de las mujeres han sufrido una infección de este tipo? Más adelante te daré unos consejos para evitar este tipo de infecciones.
Cambios durante el ciclo menstrual
Estos cambios se deben al baile de hormonas que controlan nuestro ciclo y producen que nuestro cuello del útero produzca un moco (algo viscoso) que expulsamos por la vagina en forma de flujo.
Estos son algunos de los cambios en el flujo vaginal normal a lo largo del ciclo:
- Después de la menstruación: flujo casi ausente.
- Ovulación: aumento en la cantidad, flujo color transparente y con mayor elasticidad debido al aumento del moco cervical.
- Antes de la menstruación: disminuye de nuevo la cantidad.
Cambios durante el embarazo
Es muy común producir mucho más flujo del que se acostumbra, sobre todo en las primeras semanas de gestación.
El flujo en el embarazo suele aumentar debido al cambio hormonal y la fabricación del tapón mucoso que protege a la matriz, además nuestro cérvix produce mayor cantidad de moco cervical. Por otro lado, la leucorrea o flujo vaginal intenso durante el embarazo suele tener un color blanquecino y con nada o muy poco olor.
Si es tu caso, mi consejo es que intentes cambiar tu ropa interior con frecuencia para evitar estar mojada. Otra opción si no puedes cambiarte con frecuencia, sería usar protectores diarios de algodón para el flujo durante el embarazo.
Flujo vaginal durante la ovulación
Observar tu flujo vaginal puede ayudarte a identificar de forma bastante exacta el momento en el que ovulas, ¡muy necesario si buscas un embarazo!
El más significativo es que justo antes de la ovulación, el flujo vaginal se vuelve más transparente, similar a la clara de huevo y es más cremoso. ¿La razón? Así tiene la consistencia perfecta para permitir que los espermatozoides penetren en el cérvix.
Un truco para distinguir este flujo de ovulación es cogerlo entre tus dedos y estirarlo, si se estira formando un hilo entonces es que eres fértil. De hecho, se dice que a mayor elasticidad, mayor fertilidad.
Cómo prevenir los problemas de flujo vaginal
Cómo prevenir los problemas de flujo vaginal, como el flujo vaginal con mal olor, es algo sobre lo que apenas se habla y sobre el que hay información muy contradictoria circulando por ahí. Por eso, hoy quiero hablar alto y claro sobre las medidas de higiene que más pueden cuidar de tu flujo vaginal y tu salud genital.
Evita usar protectores diarios descartables
Usar protectores descartables puede producir un exceso de lubricación ( porque impiden que tu vagina transpire), picores o incluso infecciones por sus componentes tóxicos.
Sí… los proptectores descartables están compuestos por plástico mayoritariamente, productos tóxicos blanqueantes y restos de pesticidas de algodón no ecológico.
¡No tengas miedo de dejarlos!
Si necesitas algo para esos días de flujo vaginal más abundante, por ejemplo durante la ovulación o si estás embarazada, opta por uno reutilizable hecho 100% de algodón.
Sé que de primeras, puede parecer algo del pasado, pero las toallitas de tela son cómodas, libres de tóxicos y mucho más respetuosas con tu piel y tu pH. Además, no tenes de qué preocuparte, ¡no se nota que las llevas!
Higiene genital
Nunca realices un lavado vaginal a no ser que te lo recomiende expresamente tu médico. ¿Sabes que nuestra vagina tiene un sistema de autolimpieza? Las duchas vaginales tan solo pueden afectar negativamente a tu flora y producir infecciones.
En cuanto a nuestro genitales, el pH de nuestra vulva es ácido, a diferencia del resto del cuerpo que tiene un pH neutro. Esta es la principal razón por la que en general, no se recomienda usar jabón para lavar la zona genital y mucho menos el mismo que usas en el resto del cuerpo.
Ropa interior
La humedad es nuestra gran enemiga… y la ropa interior que usamos influye mucho en este aspecto. Intenta mantener su vagina alejada de la humedad para evitar el flujo con mal olor o una infección. Para ello, la regla más importante sería usar solo ropa interior de algodón, este es el material que mejor transpira.
Para evitar la humedad, no uses ropa interior excesivamente apretada, de licra o tejidos sintéticos, así como pantalones ajustados en la zona genital.
Practica sexo de forma segura
Y por último, si vas a tener relaciones en pareja es importante protegerte contra enfermedades de trasmisión sexual (ETS), las cuales son responsables muchas veces de problemas con nuestro flujo vaginal. Aunque tomes anticonceptivos para evitar un embarazo, estos no te protegen contra estas enfermedades.
Menos es más! Con evitar usar productos innecesarios y con componentes tóxicos, así como otras pocas reglas pueden ayudarte a mantener su vagina y tu flujo vaginal en equilibrio.